Código | Designación de la Mercancía | U.F |
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5003.00.00 | Desperdicios de seda (incluidos los capullos no aptos para el devanado, desperdicios de hilados e hilachas). | kg |
Partida 50.03
50.03 Desperdicios de seda (incluidos los capullos no aptos para el devanado, desperdicios de hilados e hilachas)
Nota Explicativa
Esta partida comprende los desperdicios de seda de cualquier clase, así como los productos de la hilatura de estos desperdicios, obtenidos en la fase anterior al hilado propiamente dicho. Se pueden citar entre ellos:
A) Los desperdicios procedentes de la materia prima, es decir:
- Los capullos no devanables: capullos agujereados, perforados, picados o raspados (por la misma mariposa, por parásitos, accidentalmente o por otras causas) cuya hebra está rota por algunos- 625 - sitios; capullos averiados de tal manera que la hebra, aunque todavía no esté cortada, se romperá durante el devanado por los sitios afectados (tal es el caso, por ejemplo, de los capullos capa negra con crisálida o sin ella, de los enmohecidos, muy sucios o manchados), etc.
- Los blazes. Son redes sedosas formadas por una hebra floja y enmarañada con la que el gusano de seda ha recubierto el capullo para asegurar la sujeción a los enramados; por ello se presentan, algunas veces, mezcladas con partes de hojas o ramillas.
B) Los desperdicios procedentes del devanado, y en particular:
- La seda azache (porrinas), término que se aplica a la parte tosca de las hebras que constituyen los arrollamientos exteriores de los capullos; estas porrinas se cogen en los cepillos o escobillas de las batidoras y después se cortan para no devanar más que la parte hilable de la hebra; generalmente, se presentan en bolas enmarañadas o en haces irregulares.
- Los “bassinés”, capullos estimados defectuosos durante el proceso de devanado, que por esta razón ha debido interrumpirse.
- Los “cadarzos o camisas”, es decir, la parte no hilable de la hebra que forma los arrollamientos interiores del capullo y que envuelve también a la crisálida, así como los “pelillos”, que se obtienen haciendo macerar los cadarzos en agua caliente, despojándolos de las crisálidas y desecándolos.
C) La borra.
La borra propiamente dicha consiste comúnmente en desperdicios del devanado o torcido, tales como los hilos anudados, hilos enmarañados, etc. En la práctica sin embargo, se da a la palabra borra una acepción más amplia, que comprende también los demás desperdicios utilizados para la fabricación de la schappe, en particular los blazes, porrinas, cadarzos, hilachas y desperdicios de tejeduría.
D) La “schappe”.
La schappe es el producto obtenido del peinado de la borra previamente desengomada. La schappe se presenta entonces en forma de napas o vedijas. En una fase ulterior del proceso de hilatura de la schappe se obtienen las cintas y mechas de schappe. Hay que hacer constar que las mechas de schappe pueden tener, después de haber pasado por las mecheras, un diámetro relativamente próximo al de los hilados sencillos de schappe de la partida 50.05, y presentar, además, una ligera torsión. Pero no habiendo pasado la operación del hilado, no constituyen todavía hilados y, lo mismo que las cintas anteriormente citadas, quedan incluidas en esta partida.
E) La borrilla.
La borrilla es el residuo del peinado de los desperdicios empleados en la obtención de la schappe. Este residuo, de peor calidad que la borra, puesto que está formado por hebras más cortas, no se puede peinar, pero puede ser cardado y sometido a los diversos trabajos ulteriores de la hilatura. La borrilla así trabajada, pero sin hilar todavía, está también clasificada aquí.
F) Las “blousses”.
Son fibras residuales del cardado de la borrilla.
G) Las hilachas.
Se obtienen por deshilachado de trapos y demás desperdicios de tejidos, telas o artículos de seda.
Se excluyen de esta partida:
- La guata (partidas 30.05 o 56.01).
- Los tundiznos, nudos y motas de seda (partida 56.01).
- Los trapos de seda (Capítulo 63).